El «zibellino» es un tipo de joya que se puso de moda durante el Renacimiento, época en la que la sed de conocimiento y el desarrollo de las artes y las ciencias, junto a la invención de la imprenta y el descubrimiento de nuevas tierras, iluminó Europa y produjo importantes avances.
Durante esta época se extendió la costumbre de llevar una piel de marta cibelina colgada sobre el hombro o sostenida en el brazo o mano. Los «zibellinos» consistían en la reproducción en metal (plata a principios del siglo XVI u oro, más adelante) o cristal de roca de la cabeza de una marta, y se añadía a la piel de dicho animal. Estas reproducciones iban decoradas también con otras gemas y con esmaltes.
La marta era un animal asociado al parto, y se creía que usar su piel aumentaba la fertilidad de la mujer y la protegía durante el embarazo. Desde la antigüedad, se pensaba que la marta concebía a través de su oreja o boca (y por lo tanto castamente).

La cabeza de esta marta enjoyada (1550-1559) de oro, esmalte, rubíes, granates y perlas es casi idéntica a la que está unida al pelaje de la condesa en el retrato de la condesa de Oporto de Veronese (imagen de portada). La paloma en la nariz de la criatura puede ser un símbolo del Espíritu Santo y aludir más a la concepción milagrosa de María. Esto aumentaría los poderes protectores del amuleto. Mide alrededor de 8,4 centímetros. © Imagen de The Walters Art Museum.

Retrato de Bianca Ponzoni Anguissola en la que se aprecia un «zibellino«, madre de la pintora Sofonisba Anguissola, quien vivió muchos años en España como retratista de la Corte y también realizó este retrato.

Detalle del retrato de Bianca Ponzoni Anguissola, realizado por Sofonisba Anguissola, donde se aprecia con más claridad el «zibellino».
Fuente: The Walters Art Museum